sábado, 21 de agosto de 2010

El equilibrista de la crítica

Diego Faur // Mundo-Perverso.blogspot.com
En el marco de la misma nota donde salió publicada la opinión de Fabián Rodríguez, también entrevisté a Diego. Sigo su blog desde 2008 y lo recomiendo a los cuatro vientos.


Al blog lo abrí en diciembre de 2003. Todavía no había un boom, ni siquiera existía la web 2.0; funcionaba más como una especie de gacetilla que ni siquiera tenía habilitada la opción de comentar, porque no le veía entonces mucho sentido. Lo empecé a hacer por una necesidad de expresarme, de ver que había cosas que no se decían y me parecían obvias: miraba un programa de televisión o leía una nota en un diario y me daba cuenta de que mentían descaradamente y no tenía cómo responderlo. Entonces decidí publicar, como un mensaje en una botella. Así empezó a contactarse gente y solicitarme que habilitara los comentarios; a fines de 2004 los abrí y comencé a relacionarme con otros bloggers que yo leía y luego fueron desapareciendo.

Los grandes medios, que son los que llegan a todo el mundo, son empresas con intereses concretos. Decir la verdad, en ese contexto, va en contra de intereses empresarios. Siempre hubieron discursos alternativos, en medios alternativos: FM Patricios, donde tuve un programa durante cuatro años; también en FM La Tribu. Había un discurso alternativo pero sin llegada, por la acción de los grandes medios en manos de corporaciones, que tienen negocios cruzados –hectáreas de campo, como tiene gente del vicedirectorio del Clarín–; gobiernos y partidos políticos –vale recordar la ley de bienes culturales que se promulgó para salvar a Clarín, o las concesiones que le dio en su momento el gobierno menemista. Esto trasciende la necesidad de informar; hace cuarenta años un periodista era reconocido por su información u opinión; ahora, con la diversificación de las inversiones de las empresas periodísticas, un periodista no es libre de decir lo que quiere, menos en una de esas corporaciones.

La relación deseable entre medios alternativos y medios masivos sería de complementación; sin embargo, acá, a diferencia de otros países, nos tiran a matar. Desde el momento en el que se empieza a masificar el tema de las redes sociales, lo primero que hacen los medios es verter acusaciones sobre “bloggeros rentados por el Gobierno”; los “bloggeros k” financiados por Aníbal Fernández, que salió luego de una reunión a la que invitamos al Ministro. Para ellos, juntarse con un funcionario público implica que te están comandando, cuando ellos se reúnen cotidianamente y obtienen así información de primera mano, que es lo que queremos nosotros: información de primera mano para informar o construir un relato.

Para mí, que se hayan juntado los referentes del Peronismo Federal con Magnetto, y que lo hagan trascender, está bien. Incluso, si quieren, que armen un partido de derecha y lo lleven como candidato. No tengo problemas con eso, pero que esté claro, sin doble discurso.

Los políticos bajan a la blogósfera no deben presentarse como bloggers, porque son funcionarios públicos. Aún así, entiendo que intentan lo mismo que nosotros: contrarrestar eso, romper el cerco, evitar los filtros de las corporaciones mediáticas. Eligen, desde su barricada, decir lo que quieren decirlo y decirlo como quieren. Así quiebran el cerco mediático y eso las irrita, por eso van con tanta fuerza contra un tweet de Timmerman. Los medios masivos ya no son un filtro efectivo; no necesito saber qué es lo relevante o que me modifiquen las palabras; así, puedo saber yo lo que dijeron, de manera completa, y sacar mis propias conclusiones. A esto todavía no lo captaron estos medios, creen que pueden controlar el flujo de la información y hacerte decir cualquier cosa sin dejarte forma de responder.

Uno de los problemas que trata mi blog es el de la deuda externa. Esta discusión resurgió tras la iniciativa de pagar con reservas, pero es una bandera histórica. Cuando comencé mi blog estaba fresco el fallo de Ballesteros, Moyano había hecho una marcha multitudinaria pidiendo que se audite; esos temas no aparecen, ni en los medios oficialistas ni opositores. Salvo algunos intentos en los que se trata tangencialmente, no se muestra qué es lo que produce. Sólo en intereses, la deuda se lleva los presupuestos de educación y salud sumados. Una bestialidad. Un fraude histórico que se sigue perpetrando.

Otro ejemplo: en 2006 salió la fusión de Clarín con Cablevisión y no apareció en ningún lado porque estaban aliados con el Gobierno. Me parece que se hace todo lo posible para que esa discusión no se dé. Lo hacen los actores interesados, claro, porque no les conviene que se sepa la deuda externa está relacionada con el modelo implantado en la dictadura, que es el que beneficia a Magnetto.

Voto de 2009: voté a Proyecto Sur.
Voto de 2011: Un armado Nacional y Popular.

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