sábado, 13 de noviembre de 2010

Un blanco

La muerte de Kirchner cambió todo un panorama político. Todo marchaba hacia una contienda en la que, poco a poco, se definían los candidatos. Había algunas cuestiones que saldar pero, en lo global, en lo macro, todos apostaban a una puja electoral entre Kirchner y “todos los que rayen”. El escenario cambió. Hay una presidenta que concita un apoyo masivo y parece tener no sólo los bríos y la capacidad de encarar lo que se viene: Cristina Fernández cuenta, además, con un plus: no aparece en las filas enemigas el valiente que se atreva a arrojarle la primera piedra a “una viuda con dos hijos, con un país que crece al 9% y tiene las cuentas ordenadas”, como bien describió Carlos Reutemann.
La oposición navega, como desde hace un año, en un turbulento mar de intrascendencia. No logra coordinar dos acciones. ¿Por qué habrían de hacerlo? “La oposición”, como colectivo, es un invento mediático. Hay en el seno de ese monigote que copa las tapas de los diarios un conglomerado de fuerzas de ideologías antagónicas y prácticas disímiles. No nos vamos a detener en analizarla: la oposición no existe.
En ese contexto, queda una sola alternativa estratégica para la verdadera oposición, para las manos que mueven a las marionetas del Congreso: la erosión. Cristina va al G20 como protagonista y por lo bajo se habla de que pueda regresar con una sorpresa respecto a la dilatada negociación con el Club de París. Sería un golpe de knock out.
Para erosionar la roca desvían el curso de un río. Desvían, desvirtúan, ¿tergiversan? El Ministro Boudou opina, con su estilo descontracturado -¿desenfadado? “descrispado”, ¿existe? Sería atinado- que la inflación no es un tema para los sectores pobres y que sí lo es para los medios altos. Un tema, un texto, una agenda. No un problema, no un impacto. “Un tema”.
No lo entendió así Clarín, que citó laxamente: “Según Boudou, la inflación ‘no es un tema’ y sólo impacta ‘en la clase media alta’”. Una operación burda. La frase completa del Ministro brilla por su ausencia. Se toman dos fragmentos (“no es un tema” y “en la clase media alta”) y se rellena con conceptos propios. Tergiversar. Erosionar.
Están –el muñequito de Clarín y los que se esconden dentro de su instrumento- desesperados en una búsqueda: quieren halcones y palomas; quieren cualquier cosa que vuele, alto o bajo, y ellos puedan alcanzar con sus balas. ¿Dónde las buscaron? Primero en el ministro de Economía de Scioli, Alejandro Arlía, que opinó, textualmente: “Cuando tenemos un problema de precios, evidentemente, no hay ninguna posibilidad de que los pobres no sean afectados por este aumento”. No hay referencias a la inflación. No habla de Boudou. “Sale a cruzar a Boudou”, titularon los medios. La operación discursiva guarda un doble juego: por un lado, los dichos tergiversados del marplatense se convierten en “cosa juzgada”; por el otro, se supone que Arlía –una espada ultrakirchnerista, más que alineado con Cristina Fernández- “cruza” específicamente a su par de Nación.
Siguieron buscando. Encontraron a Aníbal, otro que suele opinar “sin cassette”. “No coincido con eso (“eso” es la supuesta afirmación de Boudou, no el propio Amado, no vaya a creer), si fuera literal el tema, no coincido. Normalmente es al revés”, afirmó Aníbal. Otra vez, las letras de molde. Erosionar, tergiversar. Y la pelea en el gabinete, los halcones y las palomas y las escopetas prestas.
“En rigor”, dice un editorial publicado hoy mismo, “todos los ministros discrepaban con Boudou, pero la regla de oro, hasta hoy, era no ventilar diferencias”. En rigor, pero “sin ninguna rigurosidad”. No hay fuentes, no hay datos, no hay declaraciones. Pero es “en rigor”. “El clima en la comitiva era denso. La Presidenta no tuvo contacto con los periodistas enviados a Seúl en todo el viaje. Su orden fue no responderle a Aníbal Fernández. Pero hubo caras largas cuando se lo mencionaba”, reza en el mismo editorial. La Presidenta y la comitiva, vale aclarar, están en Corea del Sur, ¿a qué viene la aclaración? A que nadie puede ratificar ni rectificar la percepción del editorialista. En rigor, ¿en qué ocasión se permiten hablar de un “clima festivo” o “clima distendido”?
Una buena interna de Gabinete –una suculenta, imprevista, mediática- es lo que la corporación mediática, y los monstruosos intereses que se esconden detrás, consigan instalar la imagen de una presidenta débil. Esa que, por ahora, no percibe el público. La misma que, ni bien ponga un pie en la Argentina nuevamente, volverá a poner las cosas en orden.

viernes, 27 de agosto de 2010

Entrevista con Pacho O'Donell

Entrevista con Pacho O'Donell, revisando la continuidad histórica del peronismo en el siglo XXI, en La Tecla #377.


¿Por qué cree que todos los partidos no-peronistas, independientemente de la ideología que abracen, buscan su “pata peronista” en tiempo de elecciones?


Los dos partidos principales lo son, entre otros motivos, porque tienen una estructura nacional y porque fueron organizados desde el poder. Tanto Perón como Irigoyen organizaron sus partidos desde el poder, cosa que no pudieron hacer otros partidos que aparecieron fulgurantemente y luego se agotaron como el Frepaso, el PI de Alende, como Fuerza Nueva de Alsogaray, esto de la Dra. Carrió, que no tienen la capacidad de organizarse nacionalmente, lo cual, a la larga o a la corta, constituye su acta de defunción. La alianza del peronismo o con el radicalismo significa, más todavía en el caso del peronismo, poder acceder a una organización nacional. Esto quiere decir, entre otras cosas, tener fiscales en todas las mesas. Sin esto no podés presentarte a elecciones. En este contexto aparece absurda aquella queja de Carrió cuando decía que le robaban boletas. En las elecciones se roban boletas a quien no tiene fiscales. Eso es tradicional en la política argentina.

Sería una cuestión meramente aparatal…

Exacto. Si vos no tenés fiscales en todas las mesas no podés ganar una elección.

Luego, a la hora de sostener la gobernabilidad…

Allí se producen alianzas de muy poca consistencia, meramente oportunistas, que, sin ningún eje programático sólido, caen. Además está el tema de la financiación: indudablemente dos partidos grandes consiguen mejores condiciones de financiación de sus campañas.

¿Dónde cree que está el piso histórico de votos del peronismo hoy?

Kirchner es un presidente muy peronista. Su gobierno se parece mucho a los primeros gobiernos de Perón: tiene un sesgo muy confrontativo, con rasgos autoritarios, con medidas muy claramente populistas, fuerte vocación de redistribución del ingreso, privilegiadamente a favor de los sectores populares, y enfrentamientos que reproducen bastante bien los que tuvo Perón: con la Iglesia, con la oligarquía, con un sector de las Fuerzas Armadas. Incluso la oposición es muy parecida a la que tuvo Perón durante su primer gobierno.

¿Cree que la oposición de origen peronista levanta las banderas históricas de movimiento?

Eso no es tan claro. Esto viene del proyecto del peronismo sin Perón, de Vandor y su idea de que se podría construir un peronismo sin Perón, que terminó costándole la vida. Una maniobra política consiste en considerarse más peronista que los demás y por lo tanto quedarse con lo que sigue siendo un factor de atracción. Eso viene de muy atrás también. Cuando Perón crea el peronismo no crea un partido político: crea un movimiento. No es el aparte que tiene un partido, sino un movimiento de límites muy porosos donde cabe prácticamente todo, de izquierda a derecha. Además, Perón decía con mucha claridad que el peronismo tenía que ser un movimiento que pudiera cabalgar las épocas. Entonces hubo uno cuasi fascista al principio; uno de incorporación al capitalismo, sobre el final de su segundo período; un peronismo de la resistencia, cercano al socialismo, que va a ser un partido revolucionario; un peronismo neoliberal y actualmente un peronismo populista. Ha habido distintos peronismos que, como diría Perón, se adaptaron como una cabalgadura a los tiempos.

Así como Hugo Chávez llama a su revolución “Socialismo del Siglo XXI”, ¿podría pensarse que el kirchnerismo es una suerte de “Peronismo del Siglo XXI”?

Hay una actualización. Es uno de los méritos de Kirchner, más allá de todos sus defectos: ha generado políticos. En la Argentina se vuelve a discutir política en las casas, en los clubes, en los bares; se discute política y airadamente, con unos a favor y otros en contra y me parece positivo. Me gusta esta democracia alborotada donde los conflictos se dirimen a la vista de todos, en la superficie. Hay un malentendido, de quien supone que la democracia es un sistema pacífico, acuerdista, sereno. Eso se parece más a las dictaduras.

Se suele atribuir a Perón un carácter autoritario, como ocurrió en ocasiones con actitudes de Cristina Fernández y Néstor Kirchner, ¿cómo analiza esas conceptualizaciones?

El populismo siempre es autoritario, tiene un aspecto así. Significa el cuestionamiento en la práctica de la vigencia o la no vigencia de la democracia en un país periférico como el nuestro. La gran pregunta es: ¿puede existir una democracia pura en un país periférico como el nuestro? El populismo responde que no: la posibilidad de gobernar un país como el nuestro, con lobbys tan poderosos en contra de los intereses populares es a través de un gobierno con algunos aspectos autoritarios. Si vos pensás que Perón impone el aguinaldo, las vacaciones pagas, las licencias por enfermedad, el voto femenino, el estatuto del peón de campo y comparás con lo que pasó acá con la cuestión de las retenciones… Pensar nada más que en el aguinaldo: en el hecho de que los patrones tenían que pagar un mes más, hubiera generado una reacción fortísima, hubiera sido verdaderamente imposible. De alguna manera se puede justificar el autoritarismo de Perón en función de las leyes sociales que impuso. Nuevamente, la pregunta a responder es si eso hubiera sido posible en un sistema puramente democrático. El Gobierno de Perón fue sin duda autoritario, pero que, a diferencia de las dictaduras latinoamericanas, que eran en beneficio personal de la oligarquía dominante, hay que reconocer que fue en función de dar beneficios a los sectores populares. En ese sentido hay que cuestionar la noción de dictadura y recuperar el sentido etimológico de la palabra democracia: “Gobierno del pueblo y para el pueblo”. El de Perón fue claramente un gobierno del pueblo y para el pueblo. Ahora, desde una concepción más ligada a los países desarrollados, desde una pureza republicana de la democracia, seguramente ha estado lejos de eso.

Finalmente, ¿cómo cree que sería la Argentina hoy si no hubiera existido la figura de Perón?

Es difícil de contestar esas preguntas. Generalmente los protagonistas de la historia están determinados por los movimientos sociales. A mí me preguntan mucho, a raíz de mi biografía sobre el Ché, “¿qué haría el Che hoy?”, y yo respondo que no sé, tal vez sería tesorero de algún club. El Che es la consecuencia natural de la Guerra Fría entre occidente y la Unión Soviética en un momento en que habían ambos decidido resolver sus conflictos por la vía pacífica. En cambio el Che mantuvo en alto la idea de que la única posibilidad de independizar a los países sometidos al capitalismo era la violencia. O sea que no se puede pensar por fuera de las circunstancias. Perón fue una persona que entendió claramente que la Argentina estaba muy atrasada en leyes sociales, y lo vio con tanta claridad que cuando se produce el golpe del GOU, en vez de elegir un ministerio o una embajada, elige una opaca dirección del trabajo, que no tenía ningún relieve, pero desde donde puso en marcha todas las conquistas sociales. Ya tenía muy claro lo que le ofrecía el momento, las circunstancias políticas, sociales y económicas.

sábado, 21 de agosto de 2010

El equilibrista de la crítica

Diego Faur // Mundo-Perverso.blogspot.com
En el marco de la misma nota donde salió publicada la opinión de Fabián Rodríguez, también entrevisté a Diego. Sigo su blog desde 2008 y lo recomiendo a los cuatro vientos.


Al blog lo abrí en diciembre de 2003. Todavía no había un boom, ni siquiera existía la web 2.0; funcionaba más como una especie de gacetilla que ni siquiera tenía habilitada la opción de comentar, porque no le veía entonces mucho sentido. Lo empecé a hacer por una necesidad de expresarme, de ver que había cosas que no se decían y me parecían obvias: miraba un programa de televisión o leía una nota en un diario y me daba cuenta de que mentían descaradamente y no tenía cómo responderlo. Entonces decidí publicar, como un mensaje en una botella. Así empezó a contactarse gente y solicitarme que habilitara los comentarios; a fines de 2004 los abrí y comencé a relacionarme con otros bloggers que yo leía y luego fueron desapareciendo.

Los grandes medios, que son los que llegan a todo el mundo, son empresas con intereses concretos. Decir la verdad, en ese contexto, va en contra de intereses empresarios. Siempre hubieron discursos alternativos, en medios alternativos: FM Patricios, donde tuve un programa durante cuatro años; también en FM La Tribu. Había un discurso alternativo pero sin llegada, por la acción de los grandes medios en manos de corporaciones, que tienen negocios cruzados –hectáreas de campo, como tiene gente del vicedirectorio del Clarín–; gobiernos y partidos políticos –vale recordar la ley de bienes culturales que se promulgó para salvar a Clarín, o las concesiones que le dio en su momento el gobierno menemista. Esto trasciende la necesidad de informar; hace cuarenta años un periodista era reconocido por su información u opinión; ahora, con la diversificación de las inversiones de las empresas periodísticas, un periodista no es libre de decir lo que quiere, menos en una de esas corporaciones.

La relación deseable entre medios alternativos y medios masivos sería de complementación; sin embargo, acá, a diferencia de otros países, nos tiran a matar. Desde el momento en el que se empieza a masificar el tema de las redes sociales, lo primero que hacen los medios es verter acusaciones sobre “bloggeros rentados por el Gobierno”; los “bloggeros k” financiados por Aníbal Fernández, que salió luego de una reunión a la que invitamos al Ministro. Para ellos, juntarse con un funcionario público implica que te están comandando, cuando ellos se reúnen cotidianamente y obtienen así información de primera mano, que es lo que queremos nosotros: información de primera mano para informar o construir un relato.

Para mí, que se hayan juntado los referentes del Peronismo Federal con Magnetto, y que lo hagan trascender, está bien. Incluso, si quieren, que armen un partido de derecha y lo lleven como candidato. No tengo problemas con eso, pero que esté claro, sin doble discurso.

Los políticos bajan a la blogósfera no deben presentarse como bloggers, porque son funcionarios públicos. Aún así, entiendo que intentan lo mismo que nosotros: contrarrestar eso, romper el cerco, evitar los filtros de las corporaciones mediáticas. Eligen, desde su barricada, decir lo que quieren decirlo y decirlo como quieren. Así quiebran el cerco mediático y eso las irrita, por eso van con tanta fuerza contra un tweet de Timmerman. Los medios masivos ya no son un filtro efectivo; no necesito saber qué es lo relevante o que me modifiquen las palabras; así, puedo saber yo lo que dijeron, de manera completa, y sacar mis propias conclusiones. A esto todavía no lo captaron estos medios, creen que pueden controlar el flujo de la información y hacerte decir cualquier cosa sin dejarte forma de responder.

Uno de los problemas que trata mi blog es el de la deuda externa. Esta discusión resurgió tras la iniciativa de pagar con reservas, pero es una bandera histórica. Cuando comencé mi blog estaba fresco el fallo de Ballesteros, Moyano había hecho una marcha multitudinaria pidiendo que se audite; esos temas no aparecen, ni en los medios oficialistas ni opositores. Salvo algunos intentos en los que se trata tangencialmente, no se muestra qué es lo que produce. Sólo en intereses, la deuda se lleva los presupuestos de educación y salud sumados. Una bestialidad. Un fraude histórico que se sigue perpetrando.

Otro ejemplo: en 2006 salió la fusión de Clarín con Cablevisión y no apareció en ningún lado porque estaban aliados con el Gobierno. Me parece que se hace todo lo posible para que esa discusión no se dé. Lo hacen los actores interesados, claro, porque no les conviene que se sepa la deuda externa está relacionada con el modelo implantado en la dictadura, que es el que beneficia a Magnetto.

Voto de 2009: voté a Proyecto Sur.
Voto de 2011: Un armado Nacional y Popular.

jueves, 12 de agosto de 2010

Un apologista del conurbanismo

Fabián Rodríguez // Conurbanos.blogspot.com
Lo llamé a propósito de una nota sobre blogs y política que salió en La Tecla. Un grande; no pude evitar confesarle que lo leemos a diario y que alguna que otra nota le hemos levantado.



Yo era un gran lector de blogs de política y literatura, por 2005, cuando no había muchos. Siempre me gustó la idea, el formato, no sólo como medio para comunicar sino como método de escritura. Más allá de ejercer una función periodística a través del blog, a mí me gusta escribir, y en eso el blog ayuda. Así que, luego de leer durante varios años y con la idea de tener el mío en algún momento, finalmente pude resolver el tema sobre el que podía hablar.

Nunca me gustaron los blogs de opinólogos: me atraen los enfocados al análisis y a los datos duros; una cosa es tener una línea editorial y otra es ser un opinólogo. Con la consigna de tratar un tema específico y el hecho de que mi trabajo me permitía conocer casi todo el Gran Buenos Aires, resolví que si había un tema sobre el cual me podía considerar un conocedor es el GBA. He laburado en empresas de transporte que me han permitido conocer el Conurbano de punta a punta y, como, al mismo tiempo, siempre me enojó el tratamiento que los medios masivos le dan al Gran Buenos Aires, que sólo es noticia cuando matan a alguien, cuando violan o cuando roban, armé este blog.

A nadie le gusta que permanentemente se hable mal del lugar donde vos vivís. Me ha pasado de trabajar en Capital Federal y, en conversaciones con compañeros de estudio, tenerque decir que vivo en determinado lugar y escuchar “uh, pero ese lugar es terrible”. Parece una tontería dicho una vez, pero luego de treinta años de escucharlo empieza a molestar.


La línea editorial es esa: esto no es un desierto; acá hay expresiones culturales, políticas; algunas me gustan y otras no tanto, pero son las del lugar donde vivo y por eso las defiendo. Las maneras de hacer política acá no son ni mejores ni las peores que las de cualquier otro lugar. Esa mirada republicana, bastante elitista de la política, la sociedad y la cultura, estigmatiza al Conurbano como si fuera la bestia negra de la vida pública en nuestro país, y la verdad es que no es muy diferente a lo que se puede encontrar en otro lado. Uno mira lo que pasa en el ámbito político de la Capital Federal, sin ir más lejos lo que ocurre actualmente con el tema de las escuchas, y se da cuenta de que el Conurbano no es ni mejor ni peor que eso. Vuelvo sobre lo anterior: miren, acá vive gente, hay cultura, hay personas, hay política, hay movimientos sociales y un montón de gente que quiere vivir de otra manera, mejorar su calidad de vida; esto no es una ciudad dormitorio, que es un término que yo detesto.

Pensar la relación con los medios grandes sería una locura, que tienen otro tipo de herramientas, otras posibilidades; el blog puede presentarse como un discurso alternativo al que pretenden imponer los medios hegemónicos, y cada vez más gente los prefiere a los diarios para leer el portal de su edición digital. Yo leo los títulos de la página web, no pincho una nota porque sé lo que me voy a encontrar; prefiero leer esa misma noticia tratada por un bloggero.

La posibilidad de la confesión ideológica y de la honestidad intelectual que te da un blog es muy saludable; vos ya sabés qué piensa el autor; incluso sabés lo que va a decir: lo interesante es cómo lo dice. En este sentido, la transparencia del mensaje muchas veces no se encuentra en los medios masivos.


No sé si un blog puede imponer una agenda, pero sí podemos ser fuente de contenidos. A mí, distintos medios me han tomado, me han citado. Incluso en algún programa de radio hayan leído de la pantalla algunas de las cosas que posteo. En ese sentido, generar contenidos me parece importante. Lo que no me parece sano es propalar lo que dicen los medios de comunicación; sean buenas o malas. Eso de pelearse todos los días con la tapa de Clarín conspira contra la buena salud. Tenés todas las de perder y es un recurso que se agota.


Fijate: hoy casi no se habla de la pelea de Clarín contra el Gobierno, más allá de algunos talibanes que insisten con esto; aunque tal vez sea meramente una tregua y en 2011 comience nuevamente.


Mi voto del 2009: boleta FPV completa.

Mi voto para el 2011: Si se le diera la oportunidad de ser presidente a un tipo como Juan José Mussi, creo que algunas cosas en la Argentina serían distinta. Pero votaría a Néstor Kirchner, por la experiencia adquirida. Si alguna vez se diera que alguno de los intendentes del Conurbano tuviera su oportunidad, las cosas serían distintas. Hay intendentes jóvenes, además, a los que habría que darles tiempo. Hay algunas perlitas, como Ferraresi, Insaurralde, que hay que dejarlos caminar.